domingo, 23 de abril de 2017

Conspiración desde las sombras Segunda parte

 Lo penoso es que todos estos que gobiernan nuestras vidas, no son otra cosa que manipuladores de la humanidad, seres ocultos, pues nunca se llega a saber de quién es la mano que mueve esos hilos, por esa razón al tener el poder de gobernar nuestras vida con destreza, saben muy bien cómo enredarnos en esas trampas que se suelen  poner para despistar y, de este modo pasar desapercibidos entre nosotros los “dé a pie” y cuando entre ellos deciden la fecha de sus reuniones, es cuando llega  el momento de  decidir, qué hacer, siempre con la   participación por supuesto con el beneplácito de todos sus miembros los cuáles expondrán sus puntos de vista según sea el momento, y los que creen son los más importantes  a debatir, y, también se decide en esa deliberación sobre los posibles acontecimientos mundiales, como el petróleo, el gas, armamentos, piedras preciosas que son las entrañas de la tierra africana, mientras en algunos continentes la población se muere de hambre.
 Conecto la radio, necesitaba dejar esos pensamientos que me estaban alterando, y entonces oigo la noticia de que el dirigente Norcoreano, no descarta la posibilidad de tirar algún que otro cohete, como aquel que le apetece jugar como si una nación fuera su juguete.
 Y, aquí nosotros aguantando a que un pelele poderoso el  cual juega con los misiles cuando se aburre, cómo si el mundo le perteneciera, y nosotros mientras tanto  desconociendo nuestro futuro, quedando en las manos de estos cómplices del poder que pueden decidir sobre nuestro futuro.
 Pues, al ser tan poderosos, los miembros de  esta sociedad  y al ser oculta; hace bastantes años y,  en una de esas reuniones secretas, decidieron  fundar los Estados Unidos de América.
La lectura en su avance parecía prometer, entonces me olvidé  del reloj  al mismo tiempo en que mis párpados no se relajaron, por lo tanto el sueño cómo casi cada noche también  me abandonó.
Creo que me quedé un rato dormida, y entonces soñé, con un pequeño hombre gordo y espalda  sebosa, sus ojos estrechos, que con su rechoncho pie pisaba la barriga de un hombre que yacía en el suelo, su mofletuda cara sonreía. Despierto asustada, ese hombre lo había visto antes en algún sitio pero no recordaba dónde.
Algo hizo que me interesara de manera especial lo publicado en aquella revista y, saber sobre quienes podían ser poniéndoles nombres y apellidos a aquellos fundadores, pues siempre sucedió a lo largo de la historia, desde los más  antiguos a los nuevos  políticos, integrándose en este grupo los grandes hombres de negocios, pues con seguridad todos pertenecen a las familias de grandes fortunas, pues sin este requisito  no se puede pertenecer como miembro de ninguna de esas sociedades  secretas.
 Y cómo tenía tiempo, me permití  hacer una matización de los posibles hombres importantes que podían pertenecer a ese grupo elitista  en la clandestinidad, llamados por poner un nombre, por supuesto ficticio, por lo tanto no se les podrá jamás identificar, yo les llamo los “Líderes Mundiales” que no dan la cara al encontrarse parapetados bajo un aspecto de total normalidad.
Busqué siglas que pudieran darme la clave para identificar a alguno de ellos, pero algo me dijo, que estas organizaciones secretas su principal virtud es la prudencia, por lo tanto me encontré que sabían tanto cómo cuando comencé a leer. Nada.
De repente  el estudio se inundó con una luz extraña que comenzó a brillar  miro,  busco ese resplandor, lo encuentro en la librería tras uno de los libros de jurisprudencia, allí pude ver un diminuto aparato que parpadeaba  con su potente luz roja, que al acercarme  cesó en su parpadeo, asustada  no me atreví a tocarlo, pero una voz interrumpió en el silencio del estudio que se encontraba a medio gas.
La incertidumbre se apoderó de mí, me estaban ocurriendo cosas que nunca creí podía estar viviendo, aquella voz que comenzó siendo afable de repente se hizo potente, tanto, que atronaron mis oídos, entonces pude verificar que era la voz del Terror estalinista que llamaba a la persecución y al exterminio de los adversarios, eran los voceros de Stalin que con sus panfletos anunciaban el comunismo.
El horror que sentí hizo que me quedara paralizada, los hombres llamaban a la muerte.
Poco después, se inició una incruenta guerra en Rusia que diezmó el país, tan sólo porque a un demente se le ocurrió tener el control de una nación.
Unos años después, un descerebrado llamado Hitler hizo que comenzara la segunda guerra mundial. Todo aquel entramado de promesas falsas dio paso para que comenzara de nuevo otra de las más atroces  conspiraciones, que fue tristemente urdida en una tétrica y oscura taberna de barrio.
Y qué podemos decir de otro, dirigentes que no se conforman con uniformar a su pueblo sí, no, que también les exige que lo vitoreen cuando decide asomarse a su balcón luciendo su abultada barriga  ante el pueblo para su vanagloria.
Una luz iluminó mi memoria ya sabía cuál había sido el causante de aquel terrible sueño, era sin duda el que con sus deseos caprichosos puede llevarnos a una nueva catástrofe.
 Sé, cuál es uno de ellos porque le gusta exhibirse en los medios, ¿Pero quiénes son los demás personajes poderosos que, desconocemos su aspecto y que, permiten que unos dementes  con sus fechorías puedan transformar el mundo cuando a ellos les plazca con tan sólo manipularnos por el simple hecho de querer mandar en una Nación?
¿Son acaso demonios que esperan su momento oportuno para dominarlo todo?
¿Pero, qué ventajas sacan con su dominación? Unos cuantos años oprimiendo según les venga en gana a los incautos ciudadanos, para luego, “qué” esperar como cada ser vivo, simplemente  la muerte.
Mis pensamientos se interrumpieron, pues en el estudio se hizo notar un ruido que más bien parecía un rugido, las paredes se tambalearon la mesa corrió como alma que persigue el diablo empujada hacia la puerta de salida bloqueándola, yo seguía inmóvil bajo el efecto de la incredulidad.






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