miércoles, 26 de abril de 2017

Conspiración desde las sombras, Tercera parte

Hasta este momento, pienso que  hasta hoy en día, el mundo sigue encontrándose cómo al principio de los siglos, desconociendo, quienes son los que en realidad nos dominan.
Yo me miro, no parezco la misma, mi cuerpo temblaba, pero no llego a ser consciente de la situación en la que me encuentro, entonces, sólo me quedaba pensar ¿Cómo salgo de este estudio si la mesa es muy pesada para mí? por lo tanto no la puedo mover sola, es demasiado grande para mis débiles brazos.
Me siento de nuevo en el sofá, entonces, se vuelvo a oír un roce era, cómo si hubiera estuviera dentro de mí cabeza, parecía querer manipular mi mente desde aquel  despacho, ¿Estaré siendo espiada por algún miembro de los servicios secretos?
De nuevo esa horrible voz, en esta ocasión hablaba tranquila, y al parecer se dirigía a mí, no seas incauta, tú no puedes hacer nada bajo tu condición de ciudadana, pero, si, te digo, ten mucho cuidado porque El estado de derecho también se encuentra entre las cloacas.
Aquella noche sólo pensaba en que llegara la asistenta, me abriera la puerta y de esta manera  poder  salir a la calle para respirar.
Dos días después no podía dejar de pensar, me encontraba inquieta. ¿Habré incurrido  en el delito de querer  saber a dónde somos llevados con tanta manipulación?

Yo ante tanta inquietud, sólo me queda pensar, que es bueno tener miedos para no caer en la indolencia, y para estar prevenidas, sobre todo cuando se asiste a una celebración donde no se conoce a nadie, puede que allí junto a ti tomándote un refresco se encuentre el sujeto que pueda cambiar tu vida. Cuidado, suelen ser muy caprichosos y llevar el detonante en su mano.


Fin.




domingo, 23 de abril de 2017

Conspiración desde las sombras Segunda parte

 Lo penoso es que todos estos que gobiernan nuestras vidas, no son otra cosa que manipuladores de la humanidad, seres ocultos, pues nunca se llega a saber de quién es la mano que mueve esos hilos, por esa razón al tener el poder de gobernar nuestras vida con destreza, saben muy bien cómo enredarnos en esas trampas que se suelen  poner para despistar y, de este modo pasar desapercibidos entre nosotros los “dé a pie” y cuando entre ellos deciden la fecha de sus reuniones, es cuando llega  el momento de  decidir, qué hacer, siempre con la   participación por supuesto con el beneplácito de todos sus miembros los cuáles expondrán sus puntos de vista según sea el momento, y los que creen son los más importantes  a debatir, y, también se decide en esa deliberación sobre los posibles acontecimientos mundiales, como el petróleo, el gas, armamentos, piedras preciosas que son las entrañas de la tierra africana, mientras en algunos continentes la población se muere de hambre.
 Conecto la radio, necesitaba dejar esos pensamientos que me estaban alterando, y entonces oigo la noticia de que el dirigente Norcoreano, no descarta la posibilidad de tirar algún que otro cohete, como aquel que le apetece jugar como si una nación fuera su juguete.
 Y, aquí nosotros aguantando a que un pelele poderoso el  cual juega con los misiles cuando se aburre, cómo si el mundo le perteneciera, y nosotros mientras tanto  desconociendo nuestro futuro, quedando en las manos de estos cómplices del poder que pueden decidir sobre nuestro futuro.
 Pues, al ser tan poderosos, los miembros de  esta sociedad  y al ser oculta; hace bastantes años y,  en una de esas reuniones secretas, decidieron  fundar los Estados Unidos de América.
La lectura en su avance parecía prometer, entonces me olvidé  del reloj  al mismo tiempo en que mis párpados no se relajaron, por lo tanto el sueño cómo casi cada noche también  me abandonó.
Creo que me quedé un rato dormida, y entonces soñé, con un pequeño hombre gordo y espalda  sebosa, sus ojos estrechos, que con su rechoncho pie pisaba la barriga de un hombre que yacía en el suelo, su mofletuda cara sonreía. Despierto asustada, ese hombre lo había visto antes en algún sitio pero no recordaba dónde.
Algo hizo que me interesara de manera especial lo publicado en aquella revista y, saber sobre quienes podían ser poniéndoles nombres y apellidos a aquellos fundadores, pues siempre sucedió a lo largo de la historia, desde los más  antiguos a los nuevos  políticos, integrándose en este grupo los grandes hombres de negocios, pues con seguridad todos pertenecen a las familias de grandes fortunas, pues sin este requisito  no se puede pertenecer como miembro de ninguna de esas sociedades  secretas.
 Y cómo tenía tiempo, me permití  hacer una matización de los posibles hombres importantes que podían pertenecer a ese grupo elitista  en la clandestinidad, llamados por poner un nombre, por supuesto ficticio, por lo tanto no se les podrá jamás identificar, yo les llamo los “Líderes Mundiales” que no dan la cara al encontrarse parapetados bajo un aspecto de total normalidad.
Busqué siglas que pudieran darme la clave para identificar a alguno de ellos, pero algo me dijo, que estas organizaciones secretas su principal virtud es la prudencia, por lo tanto me encontré que sabían tanto cómo cuando comencé a leer. Nada.
De repente  el estudio se inundó con una luz extraña que comenzó a brillar  miro,  busco ese resplandor, lo encuentro en la librería tras uno de los libros de jurisprudencia, allí pude ver un diminuto aparato que parpadeaba  con su potente luz roja, que al acercarme  cesó en su parpadeo, asustada  no me atreví a tocarlo, pero una voz interrumpió en el silencio del estudio que se encontraba a medio gas.
La incertidumbre se apoderó de mí, me estaban ocurriendo cosas que nunca creí podía estar viviendo, aquella voz que comenzó siendo afable de repente se hizo potente, tanto, que atronaron mis oídos, entonces pude verificar que era la voz del Terror estalinista que llamaba a la persecución y al exterminio de los adversarios, eran los voceros de Stalin que con sus panfletos anunciaban el comunismo.
El horror que sentí hizo que me quedara paralizada, los hombres llamaban a la muerte.
Poco después, se inició una incruenta guerra en Rusia que diezmó el país, tan sólo porque a un demente se le ocurrió tener el control de una nación.
Unos años después, un descerebrado llamado Hitler hizo que comenzara la segunda guerra mundial. Todo aquel entramado de promesas falsas dio paso para que comenzara de nuevo otra de las más atroces  conspiraciones, que fue tristemente urdida en una tétrica y oscura taberna de barrio.
Y qué podemos decir de otro, dirigentes que no se conforman con uniformar a su pueblo sí, no, que también les exige que lo vitoreen cuando decide asomarse a su balcón luciendo su abultada barriga  ante el pueblo para su vanagloria.
Una luz iluminó mi memoria ya sabía cuál había sido el causante de aquel terrible sueño, era sin duda el que con sus deseos caprichosos puede llevarnos a una nueva catástrofe.
 Sé, cuál es uno de ellos porque le gusta exhibirse en los medios, ¿Pero quiénes son los demás personajes poderosos que, desconocemos su aspecto y que, permiten que unos dementes  con sus fechorías puedan transformar el mundo cuando a ellos les plazca con tan sólo manipularnos por el simple hecho de querer mandar en una Nación?
¿Son acaso demonios que esperan su momento oportuno para dominarlo todo?
¿Pero, qué ventajas sacan con su dominación? Unos cuantos años oprimiendo según les venga en gana a los incautos ciudadanos, para luego, “qué” esperar como cada ser vivo, simplemente  la muerte.
Mis pensamientos se interrumpieron, pues en el estudio se hizo notar un ruido que más bien parecía un rugido, las paredes se tambalearon la mesa corrió como alma que persigue el diablo empujada hacia la puerta de salida bloqueándola, yo seguía inmóvil bajo el efecto de la incredulidad.






miércoles, 19 de abril de 2017

Conspiración desde las sombras, Primera parte

A veces, no llego a entender cómo puede haber personas que puedan llegar a decir que se “aburren”, me pongo a pensar y, deduzco que soy una de esas personas que pertenece a uno de esos grupos “raros” de los aquellos que creen que el día debía tener unas cuantas horas más para poder decir al anochecer, hoy ha sido un gran día, pues he tenido el tiempo suficiente para hacer todo lo que me propuse.
Como he dicho anteriormente, soy una de ellas, pues no sé cómo parar en el trabajo; pero este anochecer, el cielo se muestra triste de color plomizo, al contemplarlo desde la ventana, siento la sensación, que empieza a pesarme la soledad como si fuera un mazo partiendo mis pensamientos, mientras tanto, me dejo abrazar por la desgana y la pereza por primera vez desde que me conozco y, decido echarme en el sofá, cierro los ojos, pero inmediatamente, algo interrumpe mi efímero descanso, encima de la mesa reposaba una revista que hizo que abriera los  ojos, mi curiosidad   me lleva a abrirla, la ojeo, en una de las páginas que abro al azar, leo en uno de los artículos… me quedo sorprendida.
¿Quién podía haber puesto esa revista encima de mi mesa y justo a mi alcance?
¿Habría tenido algo que ver  la magia? Porque si no recuerdo bien, solo la limpiadora y yo tenemos una llave.
Pasaron unos minutos de apasionante lectura cuando detengo mi mirada ante uno de los artículos en el cual se habla de sociedades secretas y, otras teorías  conspiratorias, claro que no es nada nuevo, pero me pongo a pensar .
¿Cómo podemos consentir, que en la actualidad sigan vigentes estas sociedades opresoras?
¿Seguirán ostentando el mismo poder del que tuvieron antaño?
Estas preguntas, me martillean  la cabeza, y pienso, ¿Y, si todos los que formamos la  ciudadanía del mundo, al encontrásemos inmerso en el quehacer cotidiano, supiéramos que estamos regidos en la sombra por poderes que a nuestras espaldas se encuentran formando oscuras confabulaciones, que nos pueden llevar sin apenas despeinarse a involucrarnos en terribles guerras según les venga en gana?

 Estas preguntas, me martilleaban en la cabeza que, por supuesto no tienen respuestas, pero no obstante este pensamiento me pusieron en alerta, al cerciorarme que nunca ha habido nada que hacer al respecto, ¿Y, si todos por el mero hecho de encontramos inmersos en nuestros quehaceres  cotidiano por lo tanto desconocemos  que, nos encontramos regidos en la sombra por poderes que son formados clandestinamente, para manipularnos con oscuras confabulaciones, que nos pueden llevar sin apenas despeinarse  hacia terribles guerras, según sus propios criterios?









lunes, 3 de abril de 2017

¿Es acaso ciencia ficción? final

Yo aterrada me encontraba presenciando un escenario del pasado en aquel atropello, sin poder hacer nada ante semejante injusticia, entonces sin pensarlo, seguí los pasos de aquel verdugo que hacía andar a empujones a la doncella, yo me situé tras ellos, bajamos por unas estrechas escaleras casi arrastrando por donde el techo parecía aplastarme la cabeza, de pronto, pareció que nos encontrábamos en la antesala de un calabozo, aquel lugar, era sin duda alguna donde con frecuencias se cometían las mayores atrocidades inimaginables contra todo aquel que no acatase las órdenes del que en esos momentos ostentara el cargo de Comendador.
Mientras tanto yo pensaba que me encontraba viviendo algo atemporal, vi cómo  la doncella era atada a un potro de tortura, ésta, debió saber que me encontraba allí pues me miró con dulzura, yo no supe que hacer, no tenía medios para impedir aquel vil atropello, pero mientras sus miembros eran estirados cómo si fueran de goma, ella relataba lo que iba suceder después de su muerte, por lo tanto era preciso que alguien presenciara lo que estaba acaeciendo en aquella bella ciudad donde la avaricia de los hombres la estaba haciendo desaparecer.
Una vez en la calle me encontré con dos hombres que pasaron junto a mí  llevaban unos abrigos verdes largos y unos pequeños sombreros de tres picos, que sin decir palabra me señalaron el camino que tenía que tomar para salir de la ciudad.
De pronto un terrible movimiento de tierra, hizo temblar los cimientos de la ciudad, para poco después  quedarla sumergida para la eternidad, yo sólo mire hacia atrás. Más tarde, supe que se  construyeron sobre aquellos  escombros nuevos inmuebles que   resurgiendo  a modo de casas solariega, de aquella catástrofe  nunca más se habló, no era necesario hurgar tanto en ese pasado. Entonces fue cuando surgió una nueva ciudad, era moderna, tanto que aún y a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo hermosa, y en la actualidad la llamamos Medieval.
Recordando aquel episodio de mi vida, donde quedaron   muchas lagunas en mí memoria, creo que para mí no fue nada sorprendente  lo que aquel día presencié, pues  a veces y en  mi propia casa, siento presencias  que, parecen desear contarme  historias de las que sucedieron  en Cáceres cuando corrían en los siglos XVII—XVIII, todas estas sensaciones me suele acontecer cuando bajo las escaleras que conducen al llamado Alzapón (palabra en desuso) habitación donde se  solían almacenar los alimentos en los tiempos pretéritos, que aún se conserva por encontrarse mi vivienda en la parte antigua de la ciudad.
Este fenómeno que afloran en mí  cada vez que bajo esas escaleras, pienso que, tal vez  tenga alguna relación con lo que siento al pasear por la ciudad monumental.
¿Acaso somos tan zafios que llegamos ignorar que somos únicos, que no tenemos antepasados? Pero si hay una cosa que nos tiene que hacer pensar. ¿Y si están   esperando el momento para que los liberemos de su eterna oscuridad?
Sé que  estas sensaciones las puede sentir cualquiera, pero, más tarde les puede ser muy  difícil  explicar a un amigo, pues has de decirle dé, que has dado un salto temporal en el espacio y tiempo y, que también  has podido contemplar un escenario del pasado. Eso, casi nadie las comenta, y si lo hacen, no son creíbles, por la simple razón de que cada individuo suele contarlo según su criterio, pero yo, os advierto, que Cáceres no es solo  un manantial de historia, pues por la Ciudad Monumental, a veces se ven cosas que no se deberían ver, por esa razón, cuidado, con lo que se siente al pasar por sus calles, porque puede ser que sin pensar os encontréis en una encrucijada de la cual os  va a ser muy difícil salir de ella, porque ellos, sus primitivos habitantes siguen estando allí, acechando el momento para poder salir del subsuelo.
Para que estas sensaciones afloren, solo tenéis que adentraros con cuidado al anochecer por una de sus laberínticas callejuelas y, pensar que estáis siendo vigilados por seres incorpóreos. Luego si os apetece lo contáis sin temor vuestra experiencia a vuestros amigos,  que por supuesto al no vivirla, no os creerán.
Aquella joven que con su mirada quiso  que contara algo de su historia, no supo que en aquel momento algo sobrenatural hizo que mi memoria no fuera la de siempre, pues lo más importante que acaeció aquel día no lo puedo recordar.