jueves, 3 de abril de 2014

Queridos lectores:
Hoy he querido hacer un pequeño homenaje a nuestra Ciudad Monumental, un tesoro que debemos valorar por su grandeza..
Espero que os guste.
Teresa.




¿QUE ÉS POESIA?

A veces lo pienso…pero ¿quién no se ha hecho alguna vez ésta pregunta?
Yo por supuesto me la he hecho alguna que otra vez, llegando a mi propia conclusión.
Para mí poesía es pasear al anochecer por calles empedradas, estrechas y empinadas bajo la titilante y tímida luz que sólo sabe dar un farol encendido en una esquina entre dos calles.
También para mí es poesía, cuando pasas delante de un portal que luce un dintel de sillería y que corona una puerta recia de madera antigua tachonada, que con sólo mirarla parece decirte en susurros:  
“Párate, no tengas prisa porque te quiero contar mi historia pasada”.
Para mí poesía es pasear las noches de luna llena por callejuelas y poder contemplar cómo todo se transforma por arte de magia cuando ante nuestra vista aparecen las torres desmochadas, perfiladas y alargadas.  Esas que alumbradas por el gran faro redondo de la luna que con su  intensa luz plateada las embellece dotándolas de un misterio, a veces sobrecogedor y que, sin esperar a que puedas preguntar, te cuentan con su silencio pétreo y elegante sus batallas vividas, que tal vez fueron propiciadas por la fuerza de un gran amor prohibido.
Poesía es cuando sientes cómo  tu espíritu se funde con la piedra milenaria, mientras por las vericuetas calles vas escuchando el gemido del viento que parece acariciar tu cara.
Por esta razón yo pienso que esto para mí, sí, es poesía y más aún, cuando de improviso eres atrapada inesperadamente por un embrujo que, no sabes cómo,  ni de dónde ha salido…eso  para mí es poesía.
Desde no hace tanto tiempo, a esta ciudad la empezaron a llamar Monumental y creo que es titulo merecido, pero si fuéramos justos, al mirarla con detenimiento y analizar su enorme presencia se le podía añadir el título de “Señorial”.
Pero yo, con toda humildad prefiero llamarla como siempre la conocí “Cáceres” y por qué no, también “Norba-Caesarina” mientras sus paredes hablen a todo aquel que pasa por su lado y que quiera escuchar lo que cuentan de su largo caminar, esos caminantes  que sin apenas darse cuenta perciban en su piel esa sensación transformadora,  con sólo cerrar los ojos que te puede transportar a un sueño que, aunque sea pasado, te hace sentir y revivir la época medieval.
Eso para mí es poesía.

 Foto: Arco de la Estrella (Cáceres).
Fuente: jugimo. blogspot. com

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