sábado, 9 de noviembre de 2013

Las Dolomitas - 2ª Parte (final)

Al día siguiente, por la mañana, se encontraba relajada y feliz, no dándole importancia  a lo ocurrido, pues tan solo creyó que había sido un sueño. 
Aquella misma mañana y después del desayuno, la dueña de la cabaña, le comenta que cada día pasaban por delante de su casa, pequeños autobuses para llevar a los turistas al mirador panorámico más famoso del entorno llamado Col di Rossi, situado a 2.280 metros de altitud. 
Cuando los turistas incluida ella, llegaron a su destino, Marta, como todos los demás tuvo que coger el funicular que les llevaría a una terraza desde donde el cual se podían admirar las moles y marmoladas, también, desde donde se podía observar aquellas mágicas montaña que, parecía estar mostrando los dedos de una mano. 
Marta ante esta observación, siente que le atrae todo aquello de una manera muy especial y, mirándolas fijamente cree que la llama. Ya estaba empezando a anochecer, cuando vio cómo cambiaba de color, tiñendo su mole en rojo intenso. En el silencio de aquel paraje, pudo oír con claridad que alguien pronunciaba su nombre. En esos momentos uno de aquellos dedos pétreos parecían indicarle el camino dónde debía ir, desde aquella altura no podía precisar el lugar exacto, que estaba indicando aquel dedo, pero  siguió con la mirada la dirección y, tan solo pudo ver excitada por la emoción, un prado maravilloso poblado de granjas. Pero al instante su cuerpo sintió una sensación que le hizo encontrarse cómo en  un continuo vacío, que creyó estaba siendo ocupado por una materia incorpórea que no supo descifrar qué podía ser. 
De nuevo pudo escuchar la maravillosa música de Verdi, en aquel silencio, parecía que era ella sola la que la  percibía, el aire se empezó a impregnarse con los sones de la ópera NABUCCO ¿pero, porqué toda la montaña se inundaba con aquella sinfonía, de Verdi? Porque tanta música de Verdi en aquella  comarca si siempre creyó saber que el genial músico había nacido en el condado de Parma?. ¿No sería algún mensaje relacionado con la conciencia? Pero para qué entender lo que estaba pasando, si ella, tan sólo quería vivir en libertad. 
El mundo ese en el que ahora se encontraba viviendo, parecía tener altibajos, porque desde lo alto de aquella terraza desde donde se podía dominar con la vista hasta el infinito, parecía sentir el influjo que le repetía una y otra vez que,  allí,  era donde se encontraba su destino. 
Estas indicaciones extrasensoriales, que en esos momentos parecía estar percibiendo, no encajaban en su modo de pensar; pero de pronto se acordó de su esposo y cuñado; no estaba muy segura, donde ubicarlos en aquella su nueva vida. Ante este pensamiento, sintió una gran destemplanza. 
No recordaba dónde conoció a aquel personaje extravagante, ni tampoco cómo pudo desposarse con él .Este episodio de su vida, le pareció desconcertante, le hacía recordar que había estado en sus manos como si fuera un juguete  que ahora  por alguna razón del destino se encontraba lejos y, a salvo de aquellos dos hombres que consiguieron arrugar su tersa juventud, con su  actitud. Ahora en la lejanía supo que nunca encajó en la casa de aquellos dos hombres que se creyeron ajedrecista, que ignoraban uno de los puntos más esenciales del juego al humilde y callado Peón . 
No obstante tuvo  la esperanza de que siempre, la verdad  acababa abriéndose camino. 
Aquella misma noche y de regreso a la cabaña. De nuevo escucha los sonidos de la música de Verdi. En esos instantes empezó a sentir fenómenos paranormales bajo la personalidad del compositor. Ante ella y en aquella habitación, se encontraba un  piano, y creyó ver que ante este instrumento se hallaba sentado el gran músico, pues las notas que escuchaba, eran claramente audibles. Marta, ya no sentía miedo, solo escuchaba las notas más bonitas que jamás había oído. Aquella noche, no sintió cansancio, no, cómo cuando esperaba que su esposo y cuñado terminasen aquellas interminables partidas de ajedrez, que esperaba con ansiedad ver terminadas para poder irse a la cama .El músico de repente se acerca a ella y, con suma cortesía  le invita a tocar con él a cuatro manos el piano; ella duda, pero el maestro insiste. Unos momentos después las  cuatro manos empezaron a acariciar el teclado. Ál instante las teclas del piano empezaron a emitir notas que solo ella supo que servían como una especial forma de comunicación, y,  que solo podían ser válidas  para el mundo de los espíritus. 
Aquella noche Marta, supo que aquel lugar para ella era místico, pues ahora se había convertido en conciencia pura…en sustancia pensante, sintiéndose por unos instantes, inmaterial, como si estuviera  suspendida en el vacío de este vasto universo. 
De manera que a pesar  de que  ella  siempre se creyó un ser insignificante, en su interior, supo que la sabiduría siempre estuvo fuera del alcance de quienes no eran dignos de ella. 
Desde entonces no volvió a sentirse sola ni abandonada, pues ahora sabía que  siempre perteneció a esa élite de los elegidos. 
Durante muchas noches al acostarse le arrullaron las notas de las mejores arias que escribió Verdi. Mientras las Dolomitas dormitaban para volver a brillar con su color misterioso al atardecer del día siguiente. 
Marta, desde el instante en que se adentró por aquellos valles y, sin que ella fuera consciente, formó parte de aquellas rocas que fueron las que le dieron fuerzas para encontrar su destino. 
Aquella madrugada en el silencio y, desde lo alto de la montaña, se pudieron oír ladridos lastimosos de perros. Que en su desesperación, parecían añorar, a un insignificante Peón que les supo ganar la partida. 

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