domingo, 22 de septiembre de 2013

Tan sólo quise saber (final)



Aquella zona, nunca supo el porqué, le puso los pelos de punta cuando tuvo el folleto turístico en sus manos.
Un día después sobrevuela la isla, hace hasta cinco pasadas con el permiso de las autoridades y abajo todo parece normal, los turistas pasean por el mar en catamarán, sorteando los arrecifes y coralinas. Desde lo alto se vislumbra un colorido en movimiento, inimaginable de belleza que solo la naturaleza sabe dar.
Pero ¿dónde pueden estar…?
 Mientras, del fondo del mar de color esmeralda surge una especie de tubo largo y transparente que hace temblar el aparato y el piloto tiene que hacer un viraje brusco para no chocar con un arrecife. En la terrible confusión que siente Blanca sus ojos se abren desorbitadamente. Estaba segura de haber visto esa luz en otra ocasión, como la de aquel rayo que parecía perseguirla y ahora había vuelto a surgir del fondo del mar. Su cabeza de tanto pensar, se quedaba bloqueada.
El piloto de la aeronave no se mueve, en unos segundos emite un ruido gutural y cae desplomado sobre el cuadro de mando. Blanca al verlo inmóvil se queda paralizada de terror y cuando reacciona busca el que pudiera ser el piloto automático, todos los botones del cuadro de mando eran similares a excepción de tener diferentes colores.
De repente un pitido insistente le hace salir de dudas, tenía que ser el que llamaba a atención, lo pulsa y en unos segundos y antes que pudieran chocar con la superficie del mar, la nave se estabiliza. Ahora busca con desesperación el manual de primeros auxilio y las balizas de emergencias bajo el asiento del copiloto pero no encuentra nada que pueda hacer para llamar la atención de alguna torre de control.      Intenta serenarse, en algún sitio tenía que haber un GPS que le permitiera enviar coordenadas, pero allí no había de nada.
Un frio aterrador se apodera de la cabina y Blanca mira por la ventanilla confusa por creer estar atravesando un glaciar que separa su bloque helado para que pase la nave. En unos segundos ya no puede moverse y siente cómo se congelan sus extremidades. Una voz extraña le habla por un altavoz y ella escucha aterrada y al mismo tiempo esperanzada, quizás ya estaban sobre su pista. De repente la nave empieza a dar vueltas como una lavadora centrifugando y pierde la razón.
Cuando despierta, ve a su hermana, su cuñado…
- ¿Dónde estoy? ¿Qué hacéis aquí?
Para Blanca es una pesadilla, pero la sosegada voz de su hermana le dice:
- No temas, ya nos has encontrado ¿no es esto lo que querías?
Se miran, un silencio.
Gloria le dice:
-Tu potente fuerza mental al querer encontrarnos rompió una barrera que no todos consiguen pasar, nosotros lo conseguimos con el esfuerzo de nuestra mente y ahora que lo sabes no hay marcha atrás pues nos encontramos en otra dimensión.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente, cuando descubre tras su cuñado a su abuela, que se acerca a ella y le acaricia la cara para tranquilizarla. Con voz queda le dice:
-          No tenías que haber corrido tanto para llegar hasta nosotras, ahora tienes que permanecer en espera hasta que llegue tu hora.
Nunca quiso saber cuánto tiempo estuvo en estado de shock pero al despertar vio un mundo nuevo, puro como el corazón de un niño y pensó: Estos seres  parecen felices ¿pueden ser  los desaparecidos? Ahora lo veía claro, se encontraba en un mundo donde no existía la ambición ni la envidia, esa mala consejera donde con tan solo pronunciar una palabra puede hacer tanto daño que al ser humano que recibe esta afrenta lo puede llevar al límite de la desesperación.
Entonces comprendió las advertencias de la abuela y se preguntó: ¿Por qué la mira con esa sonrisa enigmática? Blanca la interpretó como si le estuviera infringiendo una lección de paciencia. Y entonces supo que su abuela sabía todas las respuestas ¿le contaría algún día la verdad?
Después se encontró caminando por un jardín al que no supo cómo llegó y el ambiente que inundaba el espacio eran los sones de una deliciosa música, tanto que al elevarle los sentidos se creyó estar en el cielo. ¿Habría sobrepasado Blanca esa barrera de la que tanto se habla? O tal vez es que el espíritu necesita separarse unos minutos de la realidad para permitirnos soñar.
Aquella noche Blanca en sus sueños creyó encontrarse en la casa cacereña de sus antepasados donde pone en marcha un antiguo tocadiscos y elige al azar una sinfonía de Vivaldi donde en perfecta armonía se mezclaban, violines, violonchelos, violas, clarinetes, trombones…se acomoda, cierra los ojos. La composición en estilo moderno era de una complejidad inmensa que le llegaba sin dificultad a la mente, al cuerpo y al espíritu de manera tan profunda que se dejó transportar a un mundo mágico e impresionante. ¿Pero acaso era la primera vez que se elevaba su espíritu haciéndola traspasarse a otra dimensión?
Su abuela y hermana desde una fotografía en sepia la miraban sonrientes.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Tan sólo quiso saber


La impaciencia, no es buena consejera, le dijo un día su abuela Susana cuando ella le hablaba de la tardanza de noticias de su hermana Gloria. Ella ante su abuela insistía como si de letanía se tratara. Mientras la abuela le decía, espera, no te precipites a la vida la tenemos que respetar en su lugar y en su momento…con esas palabras intentaba convencerla. Siempre supo que había sido una mujer que destacó por su prudencia.

Blanca esperó casi dos años en decidirse después de haber mantenido esa conversación con la ya desaparecida abuela. Y  para hacer realidad el deseo de encontrar a sus hermanos. Decidió ir personalmente al lugar donde creyó habían acaecido los hechos de una supuesta desaparición de sus hermana y cuñado ¿y si se estaba equivocando? .Aquel día desde su ventana vio caer una lluvia suave preludio de un otoño templado, mientras recuerda vagamente, cómo los dos hacían proyectos para su viaje de novios, de mutuo acuerdo, decidiendo que sería al Caribe.

Gloria y Evaristo, ya casados se encontraban en Caracas, era una mañana de un tres de Enero, y serían las once de la mañana cuando emprendieron el vuelo desde la pista del Gran Roque en una pequeña aeronave, con tan solo seis pasajeros con destino al aeropuerto Internacional de Maiquetía. Estos fueron las últimas noticias que Blanca tuvo de sus hermanos.

Blanca desde entonces y al no recibir noticias de ellos, llama periódicamente a los hoteles de las islas en la que se suponía debían estar. Ellos siempre fueron espíritus libres, y habían elegido su destino, pero ella solo quería saber si se encontraban bien, eran su única familia. A veces dudaba de todos sus presentimientos, era todo tan contradictorio, su razón se debatía en querer saber, y el no querer molestar. Un relámpago hace que se retire de la ventana, que en su iluminación, pareció dar volumen a las casa de enfrente, se estremece,  en unos segundos su cuerpo pareció quedar petrificado. ¿Era cierto, lo que acababa de ver tras el relámpago? Se sienta en la primera silla que encuentra, las piernas le tiemblan, mientras recuerda los relatos de su hermana cuando con entusiasmo hablaba de un lugar donde el mar mostraba  aguas  transparentes, multicolor, donde podía ser una gozada poder pescar. ¿Pero qué pesca? ¿ y para qué ir tan lejos? Ahora comprendía algunas cosas, aunque no todas, como el haber elegido el Caribe para su luna de miel.

Aquel día blanca lo dedicó a desentrañar en su cabeza algunas cosas de las cuales dudaba  con respecto a su hermana, estos pensamientos le hacían sentir una rara confusión, que no llegaba a entender. Repasaba una y otra vez mentalmente todo aquello que su hermana le había contado…pero quizás era ella la que en realidad tenía alucinaciones, o quizás, ¿estaba empezando a desvelar algunas incógnitas que su hermana creyó que ella nunca sería capaz de desvelar?

Al día siguiente por la mañana. Blanca empieza a organizar el viaje necesitaba ir a Venezuela, pero antes quiso dirigirse a las oficinas de asuntos extranjeros. Al salir de su casa una niebla pertinaz y molesta, se había aposentado sobre la capital de España, la circulación era un caos, los coches circulaban a velocidad media para evitar colisiones.

Pero Blanca, aquel día camina con seguridad por la húmeda calle y escasa visibilidad, sus pasos parecían conducirla hacia una encrucijada umbría, donde una suerte incierta  se apoderaba  a cada paso. Del cielo, un rayo luminoso la hizo parar en seco en medio de una acera concurrida, fue fugaz, pero intenso, transparente, era igual que la que vio reflejada en el edificio frente a su casa aquel día de lluvia. Entonces creyó sentir en una fracción de segundos como algo extraño penetraba en su cuerpo taladrándole las entrañas. Ella en esos momentos ignoraba que se estaba acercando peligrosamente ante el implacable destino de sus hermanos.

Empuja la puerta giratoria de las oficinas de asuntos extranjeros con decisión, se dirige al mostrador…ya era cara conocida para la funcionaria, se acerca, de nuevo es informada, le entregan un sobre. Se retira del mostrador para leer los documentos que la funcionaria le ofrece.

Después de haberse realizado innumerables investigaciones al respecto a su demanda por la desaparición de su hermana Gloria y esposo, se le informa que a las personas a las que buscan pueden haber subido a uno de los aviones desaparecidos, siendo informados por las autoridades de rescate y salvamento, y al no encontrar rastro del aparato, han determinado dar por concluida la búsqueda. En un sello con tinta roja ponía ( DESAPARECIDOS)

Dos días después Blanca no se resigna, y con el equipaje preparado se desplaza a Venezuela. Cuando llega a Caracas no podía imaginar que se encontraría con esa terrible noticia, estaban desapareciendo aviones con pasajeros. El gobierno, estaba consternado, caya, no sabía cómo desentrañar estos raros sucesos.

Para ella todo empezó, aquel día que vio cómo un rayo dimensionaba la fachada de la casa de enfrente, y no supo cómo le pareció encontrarse en otra dimensión, como tampoco supo que lo que le había pasado, no era otra cosa que un escape de neutrinos de alta energía producida por una supernova.

Había presenciado sin proponérselo, un pequeño átomo que se desprendió del poder cósmico en el mismo momento en que atravesó nuestro planeta, ella no podía ser la única que había percibido ese destello.

Su abuela, su hermana y su cuñado ¿también tuvieron la misma visión? Para Blanca solo era una evidencia palpable de la existencia de otras dimensiones, pero eran desconocidas para el resto del mundo.

Cuando en recepción pide que le proporcionen un hidroavión, a nadie le pareció extrañar esa petición. Minutos después se precipita a su habitación, esperaba con ansiedad la información de salida del hidroavión. No estuvo mucho tiempo, tumbada boca arriba, pensando en una estrategia. Haría en primer lugar un vuelo de reconocimiento, por Cayo Craski.