miércoles, 28 de agosto de 2013

Una intriga constructiva (2ª Parte - Final)


Se sienta en la taza del wáter, y al cerrar los ojos le viene a la memoria, su traje de novia, pero era todo tan extraño, lo estaba viendo desde allí, colgado como si fuera un ahorcado en el tirador de la pequeña puerta del maletero del armario de su habitación, que al despertar y verlo, tuvo la sensación de tener frente a ella un fantasma alargado que se mecía lenta, muy lentamente, y que durante toda la noche  la había estado vigilando como un guardián carcelero. Siente un tremendo escalofrío. Una de sus amigas al notar su ausencia, la busca en los lavabos al no verla la llama dando golpes en cada puerta que cerraba los wáter, diciendo ¿estas ahí?, al no recibir respuesta sale airada, diciendo, te esperamos aún queda por obsequiarte con otra sorpresa.

Lola se queda allí agazapada, horrorizada, ¿con qué podían sorprenderle ahora? No se fiaba de ninguna de ellas, ¿porque habían cambiado tanto en su corta ausencia?

De repente el tocador se llena de jóvenes que con alboroto se disputan un sitio preferente en el espejo para retocarse el maquillaje. Espera a que salgan todas, cuando  se queda en silencio sale de su escondite, pero una voz aflautada de mujer interrumpe su salida, se detiene al oír pronunciar su nombre, de sopetón esa mujer le dice ¿tus padre sigue teniendo el puesto de secretario de Estado, verdad?, Lola no sale de su asombro, ¿Quién era esa mujer? Tan solo sabía que era una intrusa en aquella fiesta de locas, pero…¿qué había querido decir con la pregunta del puesto que ostentaba su padre?, todos los conocidos lo sabían, era lo más absurdo que jamás le habían preguntado. Se acerca a ella, ¿quién demonios eres? Yo no te he visto en mi vida. La intrusa sonríe mirándola con desprecio, y le dice, ya parece que empiezas a reaccionar…Lola de repente cree reconocer aquel timbre de voz, pero esa voz no la asociaba para nada a la persona que ella creía que era…cuando Lola la mira de cerca y la mira a los ojos, creyó ver en ellos como llameaban de ira, no supo el porqué pero pensó en Carla, esa amiga que no se sabe porqué siempre se puso a su lado como una sombra, ¿y si había cambiado de físico? Estaba de moda la cirugía estética.

No podía entender a qué clase de juego estaba jugando.. Y que fue lo que le pasó para que un día desapareciera de la faz de la tierra, y ahora que era lo que pretendía de ella. Se acerco a Lola hasta casi rozarle la cara, creo –dijo—con un descaro que rayaba al cinismo. Por tu expresión me estás dando a entender que me has reconocido, pues ahora que parece que ya te has despejado del fármaco que te puse en el vino, quiero que sepas que tú mañana no te casas, porque estoy aquí para impedírtelo, Lola no recordaba haber bebido tanto como para tener alucinaciones, pero que era lo que le había echado en su copa. Aterrada sale corriendo hacia la puerta de salida, pero Carla pone la mano en la puerta para impedírselo.

No creas que me he vuelto histérica…suspira, estoy la mar de tranquila todavía quedan unas horas para que yo me ponga tu traje de novia, y no intentes divagar escarbando en tus recuerdos, no lo hagas, porque yo te lo voy a impedir.

Lola cree estar frente a una perturbada, y tiembla al ver como suelta una carcajada sin sentido.

¿Sabes que murió mi madre?

¿------¿

--Pues no te has enterado que no me dejó un Euro para poder sobrevivir.

De nuevo Lola no entiende nada de lo que está diciendo.

¿Estás viendo mi cara? Pues desde ahora, va a ser la tuya, si, la de esa hija adorada de un adinerado, y también la esposa enamorada del adonis de Chard, y vuelve a reír bajo la mirada de terror de Lola. Carla abre su bolso, se le ve relajada, al mirarla dice, no vas a sentir nada, te lo prometo, pero tienes que ser buena chica—dijo como si fuera una madre dando un jarabe a su pequeña—en sus manos temblorosas blandía una aguja de tejer hueca por dentro, impregnada de cianuro preparada para su propósito y dispuesta para clavársela.

 Te puedo asegurar, que no van a encontrar para nada ningún indicio de asesinato, porque todo lo tengo previsto para que parezca un ataque al corazón. Pero que estaba diciendo cada vez entendía menos lo que hablaba aquella descerebrada, le estaba diciendo que iba a usurpar su persona. No podía ser, la cirugía estética tenía su tiempo para poder ver los resultados, eso no se podía hacer en un día. Era otra de las bromas de las que le habían preparado.

La puerta se abre inesperadamente, interrumpiendo la conversación, entra Silvia con otra amiga más, para llevar a Lola de nuevo a la fiesta, Carla se asusta al recibir un golpe en el brazo con la puerta, y clava la aguja que estaba destinada para Lola, a Silvia que cae al suelo fulminada, Carla se precipita sobre Silvia para ayudarla pero tropieza con los pies de Lola y esta cae precipitadamente sobre Silvia, clavándose justo en el corazón un pequeño trozo de aguja que no se había introducido en el cuerpo de Silvia.

Mientras, Lola no puede moverse, sus piernas parecían haberse clavado en el suelo, Kati, la amiga que acompañaba a Silvia, se acerca a los cuerpos inertes para cerciorarse que han fallecido, al levantarse los pelos de Carla se enredan en uno de sus botones de la chaqueta, al intentar desengancharse, de un tirón, la peluca sale entera de la cabeza y horrorizadas ven que venía adosada a una careta… bajo la cual se encontraba reproducida fielmente la cara de Lola, Kati aterrada mueve la cabeza de Silvia, le quita la peluca con precisión…y de nuevo con estupor, aparece la verdadera cara de aquella mujer que no era la de Silvia, ¿Dónde estaba Silvia?

Las dos amigas se miran, ¿Qué estaba pasando allí?

Lola presa de pánico, ¿dime Kati, que es lo que está pasando aquí?

Lola es presa de un ataque de nervios y se pone a llorar con desconsuelo, Kati, intenta calmarla.

 Cuidado que eres tonta, todas sabíamos que Carla junto con Silvia estaban tramando algo contra ti, las hemos estado siguiendo desde hace tres meses, también sabíamos que deseaban tener todo aquello que tu podías tener, Carla se empeñó en ser la hija adorada que tú siempre fuiste, y la esposa de un hombre que ella nunca podía haber soñado tener.

Pero… ¿todo eso lo sabías?,

 ¿ porqué no me lo dijiste?

Porque era parte de una investigación. Nadie sabe que pertenezco al cuerpo de Seguridad del Estado.

Aquella fiesta se había transformado en un drama maquiavélico, habiendo sido urdido para usurpar su persona, ante sus padres.

Kati hace una llamada desde su móvil.

Unos segundos después aparecen dos hombres vestidos de policía levantaron los cadáveres, y desaparecieron.

Lola cuando llega a casa ya casi al amanecer, va directa al baño, se mete en la ducha y se frota el cuerpo con energía, dejando que el chorro de agua caliente resbale por su cuerpo, arrastrando por el sumidero todos sus temores, haciéndola sentir una agradable liberación, al secarse exhala un suspiro, la razón había vuelto de la locura. Va a su alcoba y ve ilusionada que el cajón de su tocador seguía estando en orden, ahora estaba segura que le esperaba la dicha junto a Chard.

Lola aquella noche de bodas se vistió como le habían insinuado sus amigas, quería ser la novia más sexi, en una fiesta (esta vez íntima) llamada Sadomaso—Light.

Pero cuando Chard, al salir del baño la ve vestida con esas guisas, la mira de arriba abajo, con ceño fruncido, esto no era lo acordado…dije bien claro que nada de sexo. Lola no se atreve ni a mirarse, nunca se había sentido tan ridícula en toda su vida, se pone una bata precipitadamente, está consternada, ¿se estaría volviendo loca?

Llaman a la puerta de la habitación del hotel, de aquel hotel que Lola había elegido para empezar una vida llena de dicha.

Chard, la mira furioso, sus ojos desprendían cinismo, ¿esperabas a alguien? Ninguna de los dos se atrevía a abrir la puerta, ella por temor, se veía como la víctima de una trama contra ella. La puerta es abierta con la llave maestra cedida por el director del hotel.

Un corpulento policía entra precipitadamente. Lola se queda muda y quieta en medio de la habitación, ignorando todo lo que allí estaba sucediendo, Chard, aprovechando la confusión de Lola y al verse descubierto, intenta salir por una de las ventanas que dan al jardín, y cuando estaba a punto de salir corriendo, nota el frio acero de unas esposas que se ciñen es sus muñecas.

Ahora sabe con certeza que aquella noche anterior a su boda no había sido solo una pesadilla, sino una premonición.

Pero…¿Qué había sido de su amiga Silvia?

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