jueves, 23 de junio de 2011

El estanque (II parte)

Un día cuando mi padre viajaba en el tren, por asuntos de la finca y angustiado por que no le habían salido bien los negocios de pronto en el vagón en el que el viajaba hubo una trifulca en el que se vio envuelto las pistolas y las navajas aparecieron mi padre atemorizado se escondió debajo de un asiento hasta que llego la policía, en la angustiosa espera algo le callo en la cabeza lo cogió y lo guardo sin saber que era, mas tarde cuando llego a casa y se lo enseño a mi madre esta lo guardo con avaricia hasta que vinieran tiempos mejores su ambición hizo que mi padre no dijera nada a la policía y lo guardo bajo llaves dentro de una cajita roja(la que ahora tengo en mis manos)quemándome como si fuera un hierro incandescente.
La prensa sensacionalista se hizo eco de un robo en la casa de los embajadores de Turquía y hubo un gran revuelo en la pequeña localidad, buscaban unos atracadores de la casa solariega en el Ampurdán.
Mi padre ajeno a todo lo que estaba pasando y sin querer enterarse siguió con su trabajo sin apreciar que estaba siendo observado muy de cerca por un hombre desconocido y que a este al mismo tiempo le seguía la policía tocándole los talones, después de una exhaustiva investigación los sospechosos ya estaban controlados solo había que esperar el momento y las pruebas suficientes para detenerlos,
Un día en que la niebla espesa y pertinaz y que hacia que la visibilidad fuera casi nula, una mujer del pueblo alta y fuerte y con cara de pocos amigos nos reúne en la puerta del colegio a mi y mis hermanos y llevándonos a su casa permaneciendo allí tres días en régimen de cuartel, pues nunca decía nada solo nos ponía la comida en la mesa y desaparecía para volver a recoger el servicio de la mesa, fueron tres días interminables y sin saber el porque estábamos allí, mi madre nos había dejado con una mujer extraña y además era antipática mi hermano el mayor nos miraba con temor en sus ojos de niño pero nunca nos dijo nada.
Mientras mi casa se llenaba de policías y ambulancias en el estanque de la finca había dos cadáveres una de ellos era el de mi padre el otro lo estaban investigando, mas tarde se supo que era el delincuente que andaban buscando hacia tiempo y que le la policía tenia el rastro de mi padre para que le dijera donde estaba el diamante.
Esto paso que estando un día mi padre drenando el fondo del estanque, un hombre se le acerca y apuntándole con una pistola lo intimido hasta hacerlo caer al agua perdiendo el equilibrio y mi padre cae en las cenagosas aguas al verlo en el agua con una enorme estaca lo hunde hasta que lo ahoga mi abuelo que lo ve se va a por su rifle y con un tiro certero abate al desconocido no intenta sacar a su hijo pues ya inerte flota como un corcho a la deriva con el mismo palo que permanece en la orilla separa al delincuente de su hijo, y llamando a la comandancia de policía se entrego, pero lo acusaron de las dos muertes, por eso nunca mas salio de la cárcel, mientras su hija guardaba con celo el objeto culpable por el cual había muerto mi padre.
Ahora lo tengo en mis manos y me quema tanto que sabiéndolo culpable de que mi juventud no fuera tan alegre como el de cualquier adolescente me dirijo con paso firme hacia este odioso y maloliente estanque mi intención es tirarlo al fondo del estanque que fue la tumba de mi padre por eso mientras este estuviera ahí siempre me lo recordaría así que decidí llamar a mis hermanos para decidir que hacer con la piedra, me dieron la callada por respuesta y entonces decidí ir a un perista. Pensé es la oportunidad que siempre soñé irme lejos de esta odiosa casa cuando con temor llego a la oficina del perista le doy la piedra para que la examine y este para mi sorpresa lo tasó en un millón de dólares, se lo comunico de nuevo a mis hermanos y ellos no quisieron saber nada de esa fortuna que tan desafortunada fue para todos desde que murió nuestro padre.
Hago las maletas y sin pensarlo saco un pasaje para Nueva York quiero que mi vida empiece de nuevo sin mirar hacia atrás.
Y en un avión de las líneas aéreas norteamericanas me dirijo a Nueva York, en esos momento todavía no savia que es lo que iba a hacer pero el dinero seguía quemando en mis manos, aterrizo en la ciudad de los rascacielos en el aeropuerto J F K y me embarco en una líneas regulares. Que me lleva a las Vegas estado de Nevada, cuando llego todo me deslumbra en una explosión de luces y colores, las gentes de todas las razas, grandes limusinas prodigan por las avenidas deslumbrantes mujeres cargadas de joyas, casi no puedo creer lo que estoy viviendo y pienso (quizás como pensó mi madre) el dinero lo puede todo.
Entro en el casino por la puerta principal y un portero uniformado me cede la entrada con suma cortesía entro y el salón enorme repleto de gentes que se ignoran me sobrecoge, me siento en una mesa donde una ruleta da vueltas casi sin parar y pongo dos mil dólares al trece rojo, todos se acercan curiosos la ruleta gira y el crupier con voz seria canta trece y rojo y me arrojan un montón de fichas que abrazo con sorpresa, me emociono y vuelvo a jugar una y otra vez, pero la suerte ya no es la misma estoy perdiendo casi todo ya solo me quedan mil dólares me retira de la ruleta y me voy a otra mesa que sin saber que juego era pongo los mil dólares a una sola carta sorpresa… sale premiado con el bote sigo jugando y sin saberlo desbanco la caja.

............. continuará ....

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